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LOOPER Antibióticos Humanos con Karma

¿Hay alguna diferencia entre el futuro, el presente y el pasado? 
 En cualquiera de esos momentos, son necesarios los asesinatos, pueden tener de fondo una pagoda china, un trigal en Kansas o una metrópolis ultramoderna y decadente, pero siempre son una rutina lineal y sin sentido. Al menos así resulta en Looper, la cual parecería un pretexto mediante una multiplicidad de elementos propios de la ciencia ficción, para dar una visión pesimista y tediosa tanto del presente como del futuro. Viajar en el tiempo pudo ser alguna vez torturador como en Doce Monos (Terry Gilliam, 1995), pero jamás tan patéticamente fatalista como en Looper (Ryan Johnson, 2012). 

El asesino es tomado como una figura en la que se representa el carácter desechable del ser humano llevado al extremo en que es el encargado del desechar a otros humanos cuando se los convierte en prescindibles o incómodos, así como también, el mismo asesino, es por ese oficio, el último que debe desecharse o auto desecharse. En estas condiciones la misma acción propia de una película de asesinos y ciencia ficción, termina descafeinándose en emociones, el futuro parece ser un lugar para suprimir huellas, emociones, acción, tanto así que se debe echar mano del pasado para los asesinatos. Tal supresión de acción en el futuro, debido a tanta tecnología criminalística, deviene también en un aire depresivo y existencialista de los asesinos, ese carácter de desechables armados con fecha de caducidad, tal como sí fueran unos antibióticos vivientes y pensantes. 


La película que fue una de las de mayor expectativa en 2012, especialmente en el género Scifi por la trama, de la que se conocía la idea principal, no es ese gran espectáculo de fastuosas escenografías cibernéticas y fantásticos saltos temporales entre múltiples universos, no es nada parecido a Minority Report, Doce Monos o Blade Runner, Tron, salvando claro, las enormes diferencias que hay entre ellas. No es ese tipo de película sobre el futuro o de la ciencia ficción, sí alguien busca esas especies de montañas rusas de viajes entre distintos universos y épocas, lo mejor será ir a ver Cloud Atlas (El Atlas de las Nubes, 2012) de los Wachowski Bros. Loop es algo muchísimo más discreto que todas estas películas, aun conteniendo como habíamos mencionado diversos elementos propios de la ciencia ficción, los poderes sobrenaturales, la lucha con el doble de sí mismo, viajar en el tiempo para cambiar el futuro, entre otros. De ahí que combine como dice mi novia, ideas de: X Men, Volver al Futuro, Terminator y La Profecía. Aun así, como historia es una de las más imaginativas de 2012 sin duda alguna, esta es la tercera película de Ryan Johnson después de la juvenilmente original “Brick” (2005) y esa aventura familiar inocente y picara a la vez que son Los Hermanos Bloom (2008). 

El Loop 
El loop puede considerarse, así como el asesino es una metáfora de un ser humano desechable y desechante, una metáfora de la vida misma, de hoy hacia el futuro. El loop es el periodo de tiempo de los asesinos que tiene fecha marcada de caducidad. Ese periodo se emplea en un decadente hedonismo empleado en sexo prepagado, dinero, drogas, lujos y una vida lo más evasiva y evanescente posible hasta el día en que estos antibióticos “humanos” caducan. Eso explica el ritmo de esta historia, compone un solo concepto, pues es la mirada del protagonista de su mundo, uno donde la mayoría de cosas no tienen sentido alguno, de ahí que sea tedioso y monótono, incluso hasta el futuro resulta una idea bastante aburrida. Este detalle es que le da valor a la composición que ha realizado Ryan Johnson, de haber conservado a un personaje así, y hacer de la historia un carrusel de emociones y acción permanente, no habría comunicado la visión que subyace en la película. 


El ser humano es susceptible de convertir todo en algo desechable, la vida, claro está, como dice la canción, no vale nada, bueno, nunca fue la especie humana una cultura muy respetuosa de ello, sin embargo el grado de civilización actual, en el papel, le concede una importancia a la vida de los otros e incluso a su dignidad, sin embargo la realidad muestra hechos contrarios. Tan desechable vuelve el ser humano todo lo que le rodea, que a sí mismo se vuelve también desechable, tanto como para ni siquiera permitir destruir aquello que nos molesta en nuestro espacio y tiempo, sino enviarlo a otra dimensión, tal como puede ser el pasado. No deseamos aceptar, ni siquiera, la idea de la negación del otro, aun así lo terminemos haciendo. Esa es una de las aristas con las que Johnson con esta historia delinea un posible futuro del ser humano. El pasado se convierte en una papelera de reciclaje del otro. 


Romper el Loop 
Esta concepción del mundo tan utilitarista y deshumanizante, recae en Looper en las principales mafias, nada ajeno a la realidad que la historia cuenta, estas como bien sabemos, siempre han gobernado los países, las sociedades, las culturas y el mundo, pasando de unas a otras, mutando de un nombre a otro, intercambiando raíces culturales y hasta religiosas, y por supuesto poniendo y quitando a sus títeres de turno en las posiciones de poder y liderazgo visibles. Es dentro de ese panorama que se pinta en la película, donde también, se puede extractar otra idea, o quizás una utopía, como sí, la sacáramos del Pensadero de Dumbledore, la cual consiste en que podemos revertir nuestros destinos y tragedias inclusive, solo sí somos capaces de ir en contra de nosotros mismos, de negarnos a nosotros, pero por propia voluntad y convicción, no porque alguien más nos lo imponga. 


En definitiva una variante de la idea del sacrificio pero atravesada por el desdoblamiento a través del tiempo. La idea del sacrificio aparentemente tiene la misma conclusión que el auto desecharse, el punto finito a una vida humana, sin embargo, la una se hace por un deseo “noble” de preservar o conquistar algo o alguien, así eso signifique morir. La otra en cambio está en el otro lado, es suprimir la vida o desecharla, porque así lo manda un amo, y hay una bolsa o una tarifa por hacerlo, no hay ningún sentimiento o idea noble ahí. De alguna manera en Looper ambos extremos de cómo vivir y terminar la vida quedan enfrentados en una misma vida. Recuerdo aquí el sacrificio que hace el cyborg Marcus Wright en Terminator Salvation (2009), la cuarta parte de esta saga, al no poder volver a vivir como un humano completamente, termina dándole su corazón a John Connors. 
Todo sacrificio de alguna manera, es una esperanza cifrada en el futuro, similar es lo que sucede en Doce Monos, aunque de una manera más compleja y amplia, solo que ahí el viaje en el tiempo parece confluir en un círculo del que no se puede salir, en Looper justamente se trata de romper el bucle, el loop. En Benjamin Button (2008) de recorrerlo en el sentido inverso. 


También cualquiera puede leer dentro de la tediosa vida de los loopers o asesinos que la mayor solución radical podría ser el borrarse a sí mismos, de la forma más inmediata, sin mayor dilación, pero a pesar del tedio que parece producir la vida a los protagonistas de esta historia, hay una esperanza fundamental en ella, contra toda lógica, y es que así como la sociedad corrompe al hombre, también puede salvarlo, sí se hace a debido tiempo. Dentro de las enseñanzas de la Cábala Mística una de las formas de romper con las sucesivas reencarnaciones de la Rueda de la Vida, Muerte y Reencarnación del Samsara, sino la única, es el sacrificio, de esta manera una vida logra pasar en el árbol de la vida, por el punto llamado Tiphareth. 

Esto es lo que se supone han realizado personajes como Jesucristo por ejemplo, para poder ascender a un plano de vida superior. De ello en Looper, lo que vemos, es justamente, el deseo de romper el loop, romper un ciclo, el cual mientras en la cábala mística es un circulo permanente de reencarnaciones, en Looper es el ciclo de muertes en que los asesinos terminan auto desechándose a sí mismos, y en esta espiral de violencia, generando otros asesinos o más actos de violencia. 


El buen Joe entiende toda su existencia en un segundo, su loop completo, así como también la de algunos seres que lo rodean, principio y fin, pasado, presente y futuro se vuelven uno solo y es ahí donde un espiral carente de sentido se reproduce ad infinitum, como un loop en “Revolution 9” de Los Beatles. Este es un espiral de violencia, ejecuciones y evanescencia del sentido de la vida, ¿acaso muchos no vivimos así hoy en día? ¿no somos un loop? 


Dirección y Guión: Ryan Johnson (119 min. USA 2012) 
Elenco: Joseph Gordon-Levitt, Bruce Willis, Emily Blunt, Jeff Daniels, Paul Dano, Pierce Gagnon, Piper Perabo, Noah Segan y Qing Xu. 
Presupuesto: 30 millones de dolares. 
Recaudación Mundial en Taquilla: 166 millones de dolares. 
Productoras: Endgame Entertainment, DMG Entertainment, Film Nation Entertainment 
y Ram Bergman Entertainment 
Premios y Nominaciones: Premios del National Board Review y las Asociaciones de Críticos de Washington D.C. y Las Vegas a Mejor Guión 

Por William Lucero Salcedo

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