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Misión ¡ncreible: Protocolo Entretenimiento

Lo más interesante a priori de la continuidad de las misiones imposibles llegando a su cuarta operación secreta, era el debut en el cine de Brad Bird, tanto como lo fue el de J.J. Abrams en MI3 en 2006. Brad Bird, un director ampliamente reconocido en el campo de la animación con El Gigante de Hierro (1999), Los Increíbles (2004) y Ratatouille (2007) en la dirección.
Con lo que nos encontramos es con un espectáculo sumamente entretenido, con algo de continuidad en la historia del agente especial Ethan Hunt (Tom Cruise) dentro de las historias propias de esta saga. Una saga irregular y que ha pasado de directores tan disimiles como Brian de Palma (1996) a John Woo (2000) y luego el mencionado Abrams (2006). Por tanto se ha ido del timbo al tambo, intriga de espionaje rompiendo los códigos de la serie de televisión, luego acrobacias coreografiadas en artes marciales y motos de 250 c.c., para al final encontrar una trama intrincada y dramática con flashbacks y giros, recogiendo algo de las partes anteriores.


La geopolítica internacional es vista como un video juego en esta saga y la cuarta parte no es la excepción. Mucho menos sí Brad Bird la dirige. La saga de películas regentada desde siempre por Tom Cruise y Paula Wagner, ha tenido como rasgo distintivo el tema de la traición, como sí en lugar de espías y agentes de inteligencia, se tratara de piratas o contrabandistas. Es decir que la lealtad puesta a prueba, y muchas veces fallida, ha ido y venido como un pivote narrativo en las cuatro películas. Quizás a much@s esto no les interese, pero a mi sí, porque hay que tratar de darle algo de coherencia o enmarcar dentro de algo estas películas IMF.

En la primera parte la traición es la del padre, el jefe mismo, el mítico y venerable Jim, rompe todos los huevos y se carga a casi todo el equipo. En la segunda parte es un ex agente renegado el que busca su propio lucro y se carga a más de uno en ese intento. En la tercera parte más de lo mismo, otro de los directivos, más no el esperado, traiciona, aunque con un propósito más retorcido que su lucro personal, falsear pruebas para justificar una invasión a un país seguramente petrolero. Sí, ese mismo tipo de pruebas que el idiota de Bush y quienes lo manipulaban no pudieron ni encontrar, ni tan siquiera fabricar en Irak. Así que la traición es la que ha movilizado este tipo de historias una y otra vez, con unos y otros directores, de diferentes pedigríes y estilos. Tanto ha sido así la cosa, como para convertirse en un señuelo narrativo para la cuarta parte. Todos esperamos una traición, alguien debe traicionar a la agencia IMF, imposible que no. Obviamente, el agente Hunt, existe para corregir las cagadas que se mandan otros traicionando a Estados Unidos.


La cuarta parte llamada Protocolo Fantasma, introduce a esa especie de ambiente y atmosfera narrativa creada de antemano, el elemento del caos y el error, sí, ya existía, como parte de ello, la traición obviamente. Pero Bird, introduce a este mundo de la inteligencia, la ultra preparación en tecnologías, artes marciales, armas y espionaje, el error. O al menos, lo hace más visible y más rentable en aras del entretenimiento. Muchas de las operaciones que los agentes hacen, fallan por milímetros, descuidos, errores humanos en pocas palabras, ante misiones imposibles e increíbles que tienen que realizar.

Esto convierte esta misión en un carrusel lleno de artificios y juegos donde los personajes rebotan, como sí tuvieran todos resortes en sus pies, de un lugar a otro. Todo parece una carrera de obstáculos, peripecias, artilugios, exprimiendo así el máximo suspenso e incluso humor por momentos. Hagan de cuenta que están en un circo, pero los trapecistas, también juegan a ser un poco clowns. Así que cuando saltan no se matan, pero sufren y el publico con ellos. Es decir que eso de lo que se supone se tratan las películas de Misión Imposible, la inteligencia, entendida como inteligencia del espionaje y demás, es justamente lo que se pone a prueba también. No hay tanta inteligencia, o al menos no es infalible, lo cual le da más verosimilitud a las historias, sin dejar de tener los típicos fantaseos hollywoodenses, que la alejan de una historia realista sobre espías.

Este carrusel de brincos, suspenso, acción, obstáculos, va de Hungría a Rusia, de la India a Dubái, como en un video juego repito, al estilo Hitman por ejemplo. Y en todo el juego se trafica con la información, en suma, todo es por obtener información. Es el valor con el que se trafica, el mismo es cambiado por diamantes, dinamita, tecnología, comunicaciones, pero en suma se trata de un juego en donde hay una red de tráfico de la información, especialmente toda aquella que tiene que ver con la defensa, y es ahí donde ocurren las aventuras de Ethan Hunt. Tanto el, como su equipo y su agencia, son parte de esa red.


Más sin embargo, vale señalar que a diferencia de lo que había algo esbozado Brian de Palma en la primera parte y mucho más J.J. Abrams en la 3ra entrega, humanizando a Hunt, con algo de drama familiar y sentimental creíble, no como en la segunda parte que es totalmente falso. Todo ese intento de construir un personaje lo más humano posible, y más creíble en suma, se desdibuja en lo que hace Brad Bird. Ratatouille, una de sus películas, a pesar de ser un gran espectáculo, mostraba personajes con alma, tanto en el chico como el ratón. Acá no, hay un gran espectáculo, divertido en tanto que incluye el hecho de que los que espíen estén expuestos a errores constantes, pero espectáculo vacío, no hay un verdadero drama atrapante. Pero sí es una película de acción se dirán ustedes. Si, pero ya no estamos en los ochenta, en donde la acción era una sucesión de balas y patadas sin ton ni son. Los Blockbuster de acción tienen que tener algo más, esa es mi opinión. Acá no lo hay, hay fuegos de artificio y muy buenos, pero luego es como el sexo cuando se práctica como un deporte, terminas y lo has disfrutado, pero no sabes realmente ni con quien estabas ni que sucedió. Así que lo más probable es que te pares, salgas de la sala de cine, sin recordar jamás de que trataba la película. Bueno sí, era entretenida. Pero y la trama, bahh, la trama es lo de menos. Claro que es así, porque la trama solo esta ahí, con todo y el tour mundial de espionaje a través de esta red de trafico de información que les contaba, para justificar los artificios, los gags propios de estos agentes de espionaje o mercenarios de turismo por el mundo.


Dentro de ese espectáculo de feria más que decente y potable que es la película, Jeremy Renner brinda una actuación interesante como espía, no desentona, más sin embargo, el elenco que acompaña a Tom Cruise, no se iguala ni por las medias, a la interpretación y los personajes creados para Misión Imposible 3. Simon Pegg sin duda, como el tipo de la tecnología y la informática, con su personaje Benji Dunn, ahora metido a agente de campo también, es la rueda que le permite a Brad Bird dar más comicidad a su película. El director parece haberse dicho, sí mi primer película no animada, es entretenida, como mínimo, me doy por bien servido.
El villano no puede ser más prototípico de una película de Bond, el típico genio loco que quiere cargarse al mundo. Enigmático y con holocausto nuclear en plan Watchmen, para ser solo así, quien genere un cambio de conciencia en la sociedad.
Brad Bird, dejó, además de las maromas, para nada ajenas a los personajes animados, un sello distintivo, propio de una película infantil, con un misil nuclear que es capaz de rebotar en los edificios y así no evaporar de un plumazo, una ciudad estadounidense, creo que San Francisco. ¡¡¡Plop!!!


Que no se note que J.J. Abrams fue productor de la película, Josh Holloway, estrella de la serie Lost, tiene un pequeño papel. En lo que sí no se lo nota, es en el guion.

Director: Brad Bird. Guión: Josh Appelbaum y André Nemec basados en la historia original para tv. de Bruce Geller. 133 min. USA 2011.
Reparto: Tom Cruise, Jeremy Renner, Simon Pegg, Tom Wilkinson, Paula Patton, Michael Nyqvist, Samuli Edelmann, Anil Kapoor, Léa Seydoux, Vingh Rhames, Josh Holloway y Michelle Monaghan.
Productores: J.J. Abrams, Brian Burke y Tom Cruise,
Productoras: Paramount Pictures, Skydance Productions, Bad Robot, FilmWorks, Stillking Film, TC Productions.

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