Prometeos: La creación es una pesadilla

Si tiene spoilers y muchos, tanto como aliens por una nave de Weyland Industries, allá usted sí va y se mete. 

Es impresionante no sentir horror ante la idea de que el mismo creador te quiera destruir con saña. O al menos cualesquiera que sea tu creador. Eso en Prometheus es un elemento de horror, dentro de toda la parafernalia de sci-fi, drama, acción y demás que la película pueda ofrecer. Es el mismo horror del Frankestein de Kenneth Branagh, ese que cruza los Alpes cual Anibal, pero sin un ejercito ni elefantes, con tal de dar con su creador y hacerle pagar por su creación. El horror de que algo te puede perseguir hasta el fin del mundo. Así mismo acá, es ese mismo horror pero invertido, es el creador quien quiere deshacerse de su vástago, la humanidad, y para ello no cruza solo el mundo, sino el universo. 

Quizás no es en vano, el hecho que exista un nexo en el horror que me despiertan ambas historias, a Frankestein muchas veces se lo ha llamado Prometeo Moderno, tal vez no solo al monstruo vuelto a la vida por la ciencia, sino al Doctor Victor Frankestein, el “resucitador eléctrico”.  Ese horror como un mal sabor de boca, es lo que me queda rondando, al final de ver Prometheus. Quedarme viendo al manto estrellado con la sospecha de que algo nos mira, y nos puede querer muertos. Rescato esta emoción como algo valioso de la película, como un tesoro. Un tesoro para mi, los demás encontraran o no, otras cosas.

Luego Prometheus es un compendio que promete desde su inicio un relato original, sublime, lleno de un depurado misterio flotante entre las sutilezas del 3D tanto en los títulos como en los orígenes del planeta Tierra, o el viaje interplanetario de cryostacia, bajo el cuidado de la cibernana Dave. Un inicio asombroso, alucinante. Más sin embargo luego se historia sin saber muy bien como, muta en una sucesión de dramas y secuencias de acción propios de las secuelas pasadas de Prometheus. Las películas de Alien que muchos han visto y que se supone, en el universo de esta historia, ocurres después de Prometheus. 

Entonces me pregunto, y el inicio que fue, virtuosismo de quien, ¿solo fuego de artificio para volver a contar la historia de Alien, solo que al inicio? No lo sabemos, quizás sí, quizás no, cada uno sí le place, puede responderlo. Lo que sí es cierto, es que la historia es una lección de algo que esta en la historia de la cultura humana, desde algunos de sus mitos bastante antiguos. La búsqueda dentro de la condición humana de ambicionar desmedidamente tener el poder sobre sí mismos, sobre la vida y por ende sobre la muerte. Tal búsqueda puede usar vehículos como son, la ciencia, la tecnología, el saber, la magia, la investigación, la experimentación. Tal búsqueda obsesiva casí siempre esta abonada con momentos siniestros, porque es partir hacia problemas sin tenerlos, es querer ser inmortal, carambas, sin necesidad de serlo. Es ser longevo lo más posible, a cualquier precio, así se pierda la vida, en lugar de vivirla, buscando prolongarla. Y por tanto es trágico.

 

Ridley Scott, a diferencia de Alien, incluyendo la saga completa, y spin offs, de la cual solo dirigió la primera película, en Prometheus, ha redefinido un tanto la historia, trayendo este viejo mito de la cultura humana, que encierra esa tentación del hombre por querer ocupar el lugar de Dios al mundo de la ciencia ficción, al mundo contemporáneo del primer siglo del tercer milenio. Hoy esta muy vigente Prometeo y esta es una forma de verlo hoy en día y de aquí a unos años ha querido decir el director. Quizas en Alien Resurrección (1997) de Jean Pierre Jeunet, una de las más detractadas o criticadas de toda la saga, hay una cruda forma de criticar a través de científicos del futuro los peligros de la clonación, por ende, los peligros de querer ser “Prometeo” intentando robar los secretos de los dioses.

 

Aca sin embargo, hay una especie de circulo vicioso, el ser humano con su exploración espacial alimentada por la codicia corporativa a nivel global y la curiosidad científica, porque no decirlo, es un Prometeo, busca un secreto, respuestas a las preguntas esenciales, prolongar su vida, ocupar el lugar de los dioses, y lo que encuentra, es un coctel de venenos. Pero el creador de los seres humanos, también es otro Prometeo, uno que ya ha dado paso a su creación. Y que por alguna razón, desea destruirla como sí se tratará de una maldición que debe ser extirpada de raíz sin miramientos. Por tanto, es castigado por ponerse precisamente en el lugar de los dioses, de dadores de vida. Estas creaciones renegadas del ser humano que vemos en Prometheus, surgen del sacrificio de los creadores, tal como sucede en muchos mitos y génesis de diversas culturas de la humanidad. 

Quetzalcoalt por ejemplo, artífice de varios sacrificios parciales y totales de sí mismo, para dar vida al ser humano y al maíz. Así como también otros dioses Maya. Por tanto Ridley Scott, esta contando una historia que por más fantástica y sofisticadamente del futuro que parezca, tiene su asidero, en mitos que se remontan al pasado de la humanidad.